Hola a todos,
Lo que posiblemente le sucede al schnauzer de moore22 tiene nombre, se llama coprofagia.
La coprofagia es una alteración en la conducta del perro que causa siempre una repercusión importante en el propietario debido a las complicaciones higiénicas que supone. El hecho de tener que estar siempre esperando a que el perro deposite sus heces para retirárselas no es plato de gusto de nadie, pero muchas veces, al propietario no le queda otra solución.
Por desgracia, la coprofagia no está muy estudiada a día de hoy y, más que soluciones, lo que existen son diversas teorías y postulados acerca de este trastorno alimenticio.
Se sabe que es uno de los tipos principales de “pica”. La pica se produce cuando un perro ingiere sustancias u objetos que no son propios de su alimentación habitual. Otra clase de pica muy frecuente y que seguro conoceréis muchos es, por ejemplo, la ingestión de piedras.
Sólo podemos considerar normal la coprofagia canina en el caso de la ingestión por parte de la madre de las heces de sus crías durante el puerperio. Tras el parto, en las 3 o 4 semanas posteriores, la madre estimula la micción y defecación de las crías y como consecuencia ingiere las heces de los cachorros directamente.
Exceptuando el caso de las madres lactantes, todos los demás casos de coprofagia canina deben de considerarse como una alteración de la conducta que puede ser debida a causas de diversa índole:
A) Enfermedades como la parasitosis, insuficiencia pancreática, intoxicaciones por plomo o cualquier proceso que afecte a la amígdala, que es la estructura del SNC encargada de seleccionar el alimento.
B) El estrés que producen situaciones de confinamiento que restringen los movimientos y la interacción social al animal.
C) La frecuencia y la calidad del alimento suministrado al animal. Los cachorros y los perros jóvenes necesitan comer más de una vez al día. De no ser así, muchos canes adquieren conductas como la coprofagia para suplir esta necesidad y complementar de esta forma sus horarios de comida.
D) Un ambiente muy sucio del recinto en el que vivieron los cachorros junto a su madre durante su lactancia y cría. Si las zonas de comida, descanso y juego no están limpias y bien diferenciadas, puede provocar que el cachorro fije comportamientos como el haber estado comiendo y defecando en el mismo lugar y, como consecuencia directa, termine por asociar las heces a la ingestión de alimentos y a veces incluso también a las conductas exploratoria y lúdicas mordiéndolas y jugando con ellas.
E) Conducta reforzada por su propietario. El perro lo hace para llamar la atención, para imitar a su propietario o para evitar que éste le regañe y/o castigue al ver las heces.
F) Carencias de elementos nutritivos como pueden ser el hierro, la vitamina B o el zinc.
G) Situaciones de deficiencia nutricional, malnutrición o hambre. Si un cachorro está mal alimentado y pasa hambre no duda en comerse sus heces para sobrevivir. Una dieta poco equilibrada y/o de baja calidad también puede influir en la conducta de ingestión de las heces propias (autocoprofagia), de otros perros (coprofagia intraespecífica) o incluso de otros animales que no son de su especie (coprofagia interespecífica).
Podríamos añadir un largo etcétera de posibles causas de la coprofagia pero me he limitado a poner las más comunes porque si no el tema se extendería muchísimo.
El tratamiento de este trastorno pasa, ante todo, por un chequeo completo del perro empezando por un análisis de sangre. Tras esto, si comprobamos que la función orgánica se encuentra en condiciones y descartamos una mala alimentación o de baja calidad, hay que pensar en otros posibles motivos causantes de la coprofagia.
La solución radica entonces en algo que ya deberíamos de haber hecho y que posiblemente hubiese evitado esta incómoda conducta en el animal. Debemos de proporcionarle siempre al perro un entorno enriquecido con juguetes, pelotas, kongs, etc…, plantearnos salidas a la calle frecuentes con un horario bien definido y trabajar un poquito con el perro la obediencia básica para interactuar y generar un estrecho vínculo con nuestro barbudo. Por supuesto, debemos de garantizar un ambiente lo más higiénico posible a nuestro schnauzer, eliminando lo más rápido posible cualquier micción o defecación de su entorno.
En casos extremos, se puede utilizar el sistema de aversión alimentaria. Esto es, rociar las heces con una sustancia desagradable para el animal por el olor o por el sabor. Las molestias gastrointestinales sufridas por el can tras la ingestión de las heces hacen que el animal quede condicionado y no las quiera probar de nuevo. Para esto, existen diversos productos en el mercado pero no todos son igual de eficaces.
Por supuesto, existen muchos más tratamientos y remedios para intentar eliminar esta conducta, pero como veis, el tema es extenso, las causas son muy diversas y existen numerosas formas de intentar solucionar el problema.
Moore22, para poner fotos:
http://www.mundoschnauzer.com/foro/view ... hp?f=8&t=4